Un incendio puede generarse en su edificio, negocio, nave industrial o lugar de residencia de forma inesperada por diversas causas: un cortocircuito, un descuido, etc. Sea cual sea el origen del fuego, la instalación de un aparato que pueda detectar el humo para minimizar las perdidas es siempre necesaria. Es aquí donde entran nuestros detectores y alarmas de incendio.
Permanentemente activos, estos indispensables dispositivos enviarán una señal de alarma a la central receptora al mas mínimo indicio de fuego en el entorno en el que estén instalados. Tras la recepción de la señal, se ejecutarán las decisiones pertinentes (llamada a los bomberos, información al cliente…) en tiempo récord. Todo por su seguridad, todo por su tranquilidad.